EL DEDAZO

El artículo 209 de la propuesta de constitución dice lo siguiente:

Art. 209.‐ Las comisiones ciudadanas de selección se organizarán cuando corresponda la designación de las máximas autoridades de las entidades del Estado, de acuerdo con la Constitución. Esta designación se realizará mediante concurso público de oposición y méritos.

Las comisiones ciudadanas de selección se integrarán por una delegada o un delegado de cada Función del Estado e igual número de representantes de la población, escogidos en sorteo público de entre quienes se postulen y cumplan con los requisitos que determine la ley, y cuyo procedimiento de designación se someterá a escrutinio público e impugnación ciudadana. Las comisiones serán dirigidas por uno de los representantes de la ciudadanía, que tendrá voto dirimente, y sus sesiones ordinarias serán públicas.

Hasta aquí suena muy bien el texto que nos proponen, al parecer las máximas autoridades de las entidades estatales serían elegidas ya no por el Congreso Nacional o Asamblea como se llamaría ahora, sino por una comisión que tendrá dentro de sus miembros a un grupo de representantes directos de la ciudadanía.

Se cumplirían los principios de democracia directa y participación ciudadana que tanto repite el Presidente de la República. Al fin el poder para los grupos sociales, gritarían los militantes más radicales de izquierda. Pero leyendo detenidamente la forma en que serán integradas estas comisiones empiezan a surgir las dudas y por qué no decirlo, incluso temores.

Las comisiones serían integradas por igual número de delegados de las entidades del estado y ciudadanos. Es decir, la mitad de los votos a favor de un candidato estaría asegurada al tener el 50% de la comisión en manos de funcionarios gubernamentales.

El otro 50% estaría en manos de los llamados representantes de la población, pero estos representantes serán escogidos por un sorteo que debería ser público entre quienes se postulen. La pregunta del trillón es ¿quiénes se postularán? Sin duda no será cualquier persona, ya que para llegar a integrar las listas de aspirantes a miembros de las comisiones de selección habrá que pasar una serie de filtros que difícilmente permitirán postularse a quienes no se sintonicen con lo que quiere el gran jefe máximo de Alianza País.

O en su defecto, habrá que integrar comisiones que califiquen las listas de postulantes a integrar las comisiones de selección… Esta redundancia significa solamente una cosa, que en la génesis de todo este enredo de postulantes a comisionados habrá manoseo de las listas, y al final estas Comisiones de Selección terminarán eligiendo como Máximas Autoridades a quienes el Presidente ordene. O ustedes creen que algún funcionario público o un comisionado de la revolución ciudadana rechazará al candidato enviado de Carondelet?

¿Qué pasará cuando se trate de la elección de autoridades que deban ejercer control o fiscalización sobre el Presidente y sus Ministros? ¿Ustedes creen que habrá independencia de los poderes del estado?

En resumen la elección de las máximas autoridades del Estado en manos del Congreso era defectuosa, pero si se aprueba esta constitución ahora será desastrosa y concentradora del poder, ya que estará en manos de empleados del gobierno y militantes de Alianza País.