lunes, 12 de noviembre de 2007

ALBERTO ES EL TODOPODEROSO

Según el asambleísta más votado, el poder constituyente está sobre el poder constituido. Es decir que el día que se instale la todopoderosa asamblea, todas las instituciones del estado pueden ser cesadas por los 80 de Acuerdo País. No siquiera su majestad el Presidente podrá con ellos.

Otra perla que dijo el señor Acosta es que a los Asambleístas solo los limitará “su conciencia”.

El artículo UNO del estatuto aprobado por el 81.72% de ecuatorianos dice claramente que la “transformación” y el nuevo texto constitucional solo entrarán en vigencia con la aprobación en referéndum de la nueva constitución.

Con estos antecedentes no veo cómo es que la Asamblea ahora pretende nombrar un congresillo de 30 superlegisladores, quienes empezarían a hacer leyes sin que exista aún la constitución en la que se basarán aquellos cuerpos legales.

Como no soy Abogado lo pongo en palabras coloquiales: La constitución es la madre y las leyes son las hijas. La Asamblea tiene que crear la madre, y el congresillo las hijas. ¿Cómo pueden existir las hijas antes de que exista la madre? Por lo visto en Montecristi habrá un laboratorio de ingeniería genética avanzada que permitirá a los 30 superlegisladores crear hijas sin madre. Además me pregunto cuándo empezarán a regir estas leyes, antes de que todos aprobemos la constitución socialista de los 80 de AP?

La definición de la salida a estos temas es sin duda uno de los temas que tienen tan ocupados a los 80 de AP en estos talleres que vienen desarrollando desde hace varios días atrás. Por lo visto el estatuto que fue tan promocionado por ellos ahora es un obstáculo para sus deseos de “transformación”.

Además, creo que el debate debería darse EN la Asamblea, a vista y presencia de todos los ecuatorianos, pero por lo visto la parte más trascendente de la discusión se está dando en los “talleres”, y lo que veremos a partir de la instalación oficial de la Asamblea será nada más el producto final. Al parecer los temas álgidos de la transformación son demasiado importantes como para debatirlos frente a todos los ecuatorianos y los otros 50 Asambleístas, que dicho sea de paso parece que tendrán un función decorativa en Montecristi.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Alberto debería llamarse Gabriel, ya que Rafa pasó a ser Dios.