Alguien está muy equivocado en todo este tema de las concesiones de los aeropuertos de Quito y Guayaquil. Yo no sé de aeropuertos, pero mis conocimientos de números, que al menos me servirían para manejar una tienda de abarrotes, me indican lo siguiente:
Según un funcionario del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, la Dirección de Aviación Civil (DAC) recibía antes de las concesiones aproximadamente 90 millones de dólares de todos los aeropuertos del País. Estos fondos debían ser utilizados para el mantenimiento y operación de los 21 aeropuertos a nivel nacional, incluidos los que más entregaban a ese fondo y los que más gastos demandaban que son precisamente los de las ciudades principales, otra vez Quito y Guayaquil.
Según han declarado los Alcaldes de esas ciudades, ahora que las terminales de Quito y Guayaquil están concesionadas, ya no necesitan de los fondos de la DAC, obviamente quienes recibieron en concesión esos aeropuertos deben encargarse de todo. Por otro lado el valor que los aeropuertos más grandes entregan a la DAC bajó a 20 millones. “Hemos perdido 70 millones” dijo el funcionario del ministerio en sus declaraciones.
Aquí es donde entran las matemáticas de tiendita: Antes recibía 90 millones, pero tenía que gastar en los dos enormes aeropuertos y diecinueve otros mucho más pequeños. Y ahora recibo “solo” 20 millones, pero no tengo que preocuparme de los grandes. A ver, 20 millones dividido para 19 aeropuertos…Más lo que generarán los 19 pequeños…
Haciendo un simple cálculo con lápiz y en papel de despacho yo pensaría que el reparto es beneficioso. No tengo que preocuparme de los dos aeropuertos más grandes y me puedo concentrar en los otros 19 a mi cargo, tengo 20 millones para hacerlo y los más probable es que algunos no requieran mayor inversión porque no creo que en este país tengamos 19 “aeropuertos” como tal. La mayoría han de ser simples pistas de aterrizaje para pequeños aviones a las que se puede atender en forma gradual.
Pero un tema tan delicado y complejo como las concesiones de los dos aeropuertos más grandes y rentables del País no puede analizarse con matemáticas de tiendita. Por eso creo que alguna persona con algún título de ingeniero o mejor aún con un doctorado debería sacar su laptop y explicarnos mediante unas láminas en Power Point cómo se perjudicó al Gobierno Central (ojo que no digo el Estado) con esto de las concesiones.
Bueno aunque desde la revuelta ciudadana, el Estado solo está en Carondelet, los Municipios ya no son parte del Estado. Pero eso es un tema aparte.
Por cierto, si no han visto cómo está el nuevo aeropuerto de Guayaquil, les aconsejo que se den una vuelta. Está bacansísimo (o bacanísimo como dicen en Manabí). Parece el aeropuerto de una de esas ciudades modernas y bien manejadas donde el progreso se respira en cuanto uno se baja del avión.
2 comentarios:
El cálculo es correcto y el análisis acertado, al menos en el papel hay poco más de un millón de dólares para cada aeropuerto, pero podría ser mucho más...
Si concesionas el aeropuerto de Manta, el de los Perales en bahía, el de Portoviejo, el de Baltra en Islas Galápagos, el de Tena, etc. atraes inversión privada por mucho más que un millón de dólares, es decir como gobierno tendrías que gastar menos en los aeropuertos y mas bien dejas que estos se concesionen, compitan en servicios y precios y den un mejor trato a los usuarios.
El resultado sería que al menos unos 8 nuevos aeropuertos privados viables comercialmente atraerán decenas de millones de dólares en inversión, permitirán crear miles de nuevos empleos, obtener mejores precios y mayor competencia aeroportuaria.
Es sólo de sentido común y uso de papel y lápiz como lo señalas.
Dios está enojado con tu apreciación y dice que va a crear un decreto que diga que los tenderos no deberían tener calculadora porque sus ingresos no se lo permiten... Así que espera la auditoría :p
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